Como te explico que no es el sol el que calienta mi piel todas las mañanas, son tus ojos.
Describir el roce de tu labios en mi espalda es describir la magnificencia del universo.
No son a las estrellas a quienes le pido deseos, son a tus brazos de que nunca me dejen ir.
No suelo soñar con la utopía sino de vivir mi vida a tu lado.
No suelo mentir pero mentiría hasta en mi nombre para estar contigo.
Solo ten siempre claro que jama mentiría mi corazón.
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