sábado, 9 de junio de 2012

Azul: Color de cambio

   Ese sentimiento de comerse a el mundo, de sabérselas todas mas una, de ser invencibles que les da a los adolescentes justo ante de graduarse, tratar de hacer un ultimo acto de rebeldía contra el orden que les han establecido toda su vida, casi siempre involucra una peluquería de por medio. Todo comienza el ultimo mes de clases y te das cuenta de que ya no habrá mas madrugadas de lucha contra el sueño ni separaciones de tu amada cama, ya no mas discusiones con tus amigos ni recreos compartidos, no vivirás la emoción de tratar de fugarte de una clase o la adrenalina de mensajear en ella. Ahí te das cuenta de que ya no tendrás que ir a la peluquería para los días de fotos y que afín te podrás hacer mechas de colores. Entonces tu último día te levantas mas temprano aun y arreglas tu cabello, tratando de imitar el brillo que logra la peluquera, lo sedoso que lo puede dejar con esos productos de fuertes pero enigmático olores; todo con el fin de que te recuerden linda porque después, aunque aun no lo sepas, harás un desastre con tu cabello. Luego de ese ultimo día, te levantas una vez más en la mañana y vas a la peluquería, al entrar recuerdas todas esas veces que fuiste con tu mamá y te sientes en casa, tanto que te dejas llevar y pides que te pinten tu cabello color azul pero no un azul pálido ni solo mechitas sino un gran trozo de tu cabello de un intenso azul rey, de esos que voltean miradas. Te recuestas y comienzan a embarrar el tinte que va cubriendo ese hermoso tono castaño brillante que ahora solías tener; a la media hora te impacientas  te pica la cabeza, no es sino hasta que le echan agua que te puedes quedar quieta, casi corres emocionada e ilusionada a verte en el espejo, y observas el resultado de tu acto de rebeldía. Este cambio te hace sentir que ya no eres una niña y que ahora iras a la universidad y todo sera diferente, tendrás mas resposabilidades y con tu nuevo cabello azul miraras de otras maneras mas positiva al mundo y a los retos que trae con el, y todo gracias a esa ida a la peluquería el dia despues de que todo termino.